¿Cómo practicar una parentalidad responsable?



  • La vinculación en la crianza y la distribución equitativa de las tareas de cuidado de los padres y madres, propicia un buen desarrollo biológico y psicosocial de sus hijos/as, e impacta en el acceso a oportunidades de desarrollo de todo el hogar (PNUD, 2018).

La conmemoración del Día del Padre es una oportunidad para reflexionar sobre las prácticas de crianza basadas en la amabilidad y el respeto para educar y disciplinar niñas, niños y adolescentes a cargo de cuidado y, sobre todo, para romper estereotipos acerca del rol de los padres de familia en la práctica de su parentalidad. Históricamente, la paternidad “responsable” se relacionó casi exclusivamente al rol de proveedor producto de los estereotipos y roles de género establecidos por la sociedad (PNUD, 2018). Hoy en día, esta situación ha cambiado.

El contexto de emergencia sanitaria producto de la COVID-19 trajo como efectos subyacentes mucho estrés y ansiedad en las familias producto de la incertidumbre sanitaria y económica, así como la sobrecarga doméstica por sumar la educación desde casa como tarea de muchas madres y padres de familia. Esto, sumado a otros factores, conllevó al aumento de las estadísticas de casos de violencia en el Perú.

 

 

Sin embargo, un padre y madre responsable que ejercen una crianza positiva, dan amor, cuidan, protegen y, principalmente, velan por el respeto de los derechos de la niñez. A continuación, te dejamos 10 consejos para conmemorar este Día del padre practicando una parentalidad positiva y responsable:

  1. Cuida de tu salud integral. Para que tus hijas e hijos estén bien, tú primero debes sentirte bien física, emocional y espiritualmente.
  2. Ten apertura y escucha a tus hijas e hijos. Conversa con ellas y ellos a diario, escucha sus necesidades, deja que te hagan preguntas y contéstales con mucha paciencia.
  3. Compartan sus emociones. Es importante hablar de cómo se sienten, ponerles nombre a los sentimientos y hacerles saber que tienen tu apoyo en caso lo necesiten.
  4. Cada miembro de la familia debe compartir las tareas del hogar. Es positivo crear junto a tus hijas e hijos un cronograma con los deberes de todas y todos, donde incluyas tiempo para el estudio, para tareas domésticas acorde a su edad y también para la diversión y tiempo en familia.
  5. Controla tus emociones y no dejes que tus emociones te controlen. Recuerda que, ante emociones como ira o molestia, siempre es bueno respirar hondo 3 veces, expresar tus sentimientos y dialogar sobre lo que te gustaría que pasara para sentirte mejor.
  6. Todo hogar necesita de normas o reglas de convivencia. Con normas claras creadas por medio de acuerdos entre todas y todos, los castigos nunca tendrán cabida.
  7. Elogia a tus hijas e hijos cuando hagan algo bien o cumplan con sus responsabilidades. Así, aprenderán que es algo positivo que pueden hacer de nuevo.
  8. Si la niña o niño te menciona que una persona no le gusta o que hace o dice cosas que le hacen sentir incomodidad y tristeza, ¡créele! Aléjala o aléjalo de esa persona inmediatamente y repórtalo llamando a la Línea 100.
  9. Diviértete con ellas y ellos. Disfruta de su derecho a la recreación. Relátales cuentos, canten, bailen, actúen, jueguen, etc.
  10. Busca ayuda si lo necesitas. Recuerda que tienes amistades y otras madres y padres con quienes puedes conversar para aliviar el estrés o frustración. También puedes acudir a la Línea 100 para soporte psicológico gratuito.

20 de junio: Día de la persona refugiada

Hoy también conmemoramos a los millones de personas refugiadas alrededor del mundo. En nuestro país, según la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela, son 1.05 millones de personas refugiadas y migrantes de Venezuela.

Una persona refugiada, es aquella que sufre persecución por motivos de nacionalidad, raza, religión, opinión política, sexo o grupo social en su país de origen, pero también si ha huido de su país de origen porque su vida, integridad o seguridad ha sido amenazada por la violación masiva de los derechos humanos, agresión extranjera, conflicto interno, ocupación o dominación extranjera.

 

 

Ser padres en otro país es un trabajo duro y constante, el choque cultural, las nuevas formas de vida y entre otros factores afectan la el crecimiento de las y los niños y adolescentes. En conmemoración de esta fecha, también tenemos tips específicos para padres de familias refugiadas:

  1. Si estás sola/solo con tus hijos e hijas y te sientes amenazada/o y en peligro sin saber qué hacer, ¡busca apoyo! Busca a personal humanitario o espacios de atención en protección o salud, y no dudes en reportar situaciones de violencia llamando a la Línea 100 y buscar apoyo en tus pares.
  2. No envíes solos a niñas y niños a buscar agua, alimentos, el baño o indagar por información.
  3. A través de juegos y canciones, incentiva a las niñas y niños a que memoricen los datos de contacto de sus cuidadoras/es, como nombres completos y un número de teléfono.
  4. Coloca tus datos de contacto en las etiquetas de la ropa o en la mochila de las niñas y los niños.
  5. Es normal que durante el viaje las niñas y niños puedan estar un poco irritables debido al cansancio o quieran estar en constante movimiento. Promueve que jueguen y hablen con otras niñas y niños que se encuentran en el recorrido o al llegar a los lugares de descanso y destino. Así, se sentirán acompañadas/os.

Y recuerda, el castigo físico y humillante deja huellas, afecta el pleno desarrollo y afecta la autoestima de niñas, niños y adolescentes.


¿Cómo contribuimos a promover más parentalidades responsables en familias refugiadas?

A través de proyectos como “Rumbos seguros”, ejecutado por Plan International y financiado por la Ayuda Humanitaria Alemana, creado para contribuir al Programa de Respuesta Regional a la Crisis Migratoria. Es implementado en Colombia, Ecuador y Perú y tiene como objetivo general que “los niños y niñas migrantes y refugiadas/os afectadas/os por la crisis socioeconómica de su país de origen sean resilientes y ejerzan sus derechos en condiciones de seguridad y dignidad”. Las y los beneficiarios del proyecto son niños, niñas y adolescentes migrantes y refugiadas/os, padres, madres y/o cuidadoras/es y actores comunitarios. El proyecto planifica alcanzar sus metas a través de tres resultados:

  1. Contribuir a la protección en el entorno familia.
  2. Fortaleciendo las estructuras de protección comunitarias existentes en las áreas de intervención.
  3. Garantizando acceso a servicios de calidad de las y los beneficiarios ofrecidos por parte de los equipos del proyecto y/o de otros proveedores de servicios para la prevención y respuesta a los riesgos de protección.

¡Garantizar la dignidad y resiliencia de niñas y mujeres es trabajo de todas y todos! Ayúdanos a proteger y empoderar a más niñas y niños en el Perú con tu aporte.

* Las fotografías usadas en esta nota muestran niñas y niños beneficiarios de proyectos de Plan International, cuentan con autorización para su uso y no se debe deducir que se trate de víctimas de algún tipo de violencia y/o abuso.