“Agua potable y segura no hay”: los estragos del ciclón Yaku en Piura

24 mar, 2023 - 5 min


 

Alexandra de 12 años sacando agua de lluvia de un pozo que han construido en su casa. 

“De la misma lluvia que cae tenemos que recoger para tomar porque no hay de otra. Aquí agua potable no hay”, comenta Alexandra de 12 años, mientras ayuda a su mamá Herla a sacar agua de un pozo que han improvisado en su casa. “Hemos hecho una canaleta de calamina que recoge el agua que cae a nuestro techo”, añade. 

 

Esta acción es la única forma que su familia ha encontrado para hacer frente a la emergencia, luego que el ciclón Yaku dañara los canales rudimentarios que llevan el recurso hídrico del reservorio San Lorenzo hacia decenas de asentamientos rurales de Tambogrande, Perú. 

“Cuando llueve demasiado, los canales reciben mucho barro y agua, entonces se pierden (se desbordan) y lo que debería llegar a los pobladores se une a las quebradas y luego al río, dejándonos sin nada de agua para hacer nuestras actividades diarias”, explica Herla de 48 años, quien además es voluntaria comunitaria de una de las zonas donde Plan International realiza proyectos de desarrollo.   

Desde hace más de una semana, aproximadamente 7 mil familias de 4 comunidades de Tambogrande, se ven obligadas a usar agua de lluvia poniendo en riesgo su salud, pues según el estudio realizado en el 2022 por investigadores de la Universidad de Estocolmo: no hay un solo lugar en el planeta donde el agua de lluvia sea apta para el consumo humano, debido a que contiene partículas químicas denominadas PFAS. 

“Sabemos que el agua no es segura, pero qué podemos hacer. Estamos en una situación en la que rogamos que llueva para sacar agua, pero al mismo tiempo, que llueva poco porque sería peligroso para las paredes de nuestras casas que son de adobe (mezcla de arcilla y barro), asiente la voluntaria con cierta resignación.  

Al no tener el suficiente dinero para acceder a filtros ni pastillas para purificar el agua, las personas de la zona, especialmente las niñas, niños y adolescentes están expuestos a contraer diversas enfermedades desde diarrea hasta fiebre tifoidea. 

 “Algunas familias están en mejores condiciones para comprar su bidón de agua de bidon y los que no, solo nos queda hervirla para beber y preparar nuestros alimentos”, indica Alexandra, niña afiliada a la organización y participante de proyectos de empoderamiento y liderazgo juvenil. 

 

OTRO PROBLEMA QUE SE AVECINA: EL DENGUE 

gran charco de agua estancada

Las personas conviven con enormes charcos de agua estancada producto de las lluvias. Es un gran foco infeccioso para el virus del dengue o chikungunya. 

Dado el almacenamiento de agua que realizan y los charcos en innumerables calles ocasionados por las fuertes lluvias, han proliferado los zancudos que conlleva a un mayor riesgo de contraer el virus del dengue y chikungunya. 

 

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Alexandra y su madre Herla señalan uno de los charcos de agua estancada. Este panorama se repite en innumerables zonas de su comunidad. 

  

“Hay zonas que parecen lagunas y eso trae mucho zancudo”, Alexandra y su familia necesitan ayuda para hacer frente al impacto del ciclón Yaku: “Necesitamos mosquiteros y repelentes para evitar contagiarnos del dengue,” añade la niña. 

Hasta febrero de este año, Piura ocupa el cuarto lugar con más casos de dengue a lo largo del país con 1.200 personas afectadas. Sin embargo, hasta la primera semana de marzo la cifra se ha duplicado, alcanzando los 2 mil 490 casos, según el Ministerio de Salud.  

Para los siguientes meses, es muy probable que los casos de dengue aumenten exponencialmente, por ello el apoyo de las personas es crucial en estos momentos.  En Plan International se viene entregando kits para higiene y protección contra el dengue y zika a las familias afectadas en los albergues. Si deseas contribuir a nuestra labor, puedes realizar un donativo en: www.plan-international.org.pe/emergencia-ciclon-yaku .