El embarazo adolescente en el Perú es una problemática que continúa en aumento año tras año. Esto, además de atentar contra los derechos de todas las niñas y adolescentes, perpetúa la violencia y la desigualdad. Conoce las consecuencias del embarazo en adolescentes y lo que estamos haciendo en Plan International para combatirlas.
En la actualidad, miles de niñas y adolescentes son víctimas de distintos tipos de violencia, tanto en sus hogares como en espacios públicos. Como consecuencia, muchas de ellas terminan siendo madres adolescentes, poniendo en riesgo su futuro y sus oportunidades pues se ven obligadas a dedicarse tiempo completo a este rol.
La principal causa del embarazo precoz suelen ser los matrimonios o uniones forzadas y el tradicional rol machista que se le asigna comúnmente a las mujeres: ser madres. Sobre todo en nuestro país, estas uniones siguen siendo una problemática que, además, profundiza la violencia de género, la pobreza y la desigualdad.
Embarazo en adolescentes: consecuencias físicas y psicológicas
Según la Organización Mundial de la Salud, “la adolescencia es el periodo de vida en el cual el individuo adquiere la capacidad reproductiva, transita los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y consolida la independencia socioeconómica”. Cuando una niña se convierte en madre adolescente, resulta casi imposible que alcance su independencia económica por sí sola.
Los embarazos precoces también tienen un impacto negativo tanto en la salud física de la madre como en la del bebé que está en camino: malnutrición, partos prematuros, niños con problemas de desarrollo o malformaciones e incluso un 50% de probabilidades de perder la vida durante las primeras semanas. Como si fuera poco, las madres adolescentes también están expuestas:
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Falta de atención médica por desconocimiento o por porque no tienen acceso.
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Riesgos de padecer distintas enfermedades ginecológicas como preeclampsia o eclampsia.
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Altos índices de mortalidad.
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Complicaciones como consecuencia de abortos clandestinos.
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Enfermedades de transmisión sexual.
Frente a este tema, las cifras no son alentadoras. La Organización Mundial de la Salud asegura que “las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las adolescentes de 15 a19 años en todo el mundo”. Ahora bien, cabe señalar que las consecuencias no son solo físicas. La mayoría de mujeres que se convierten en madres adolescentes también deben lidiar con secuelas psicológicas: depresión, inseguridad, vergüenza y trauma.
Asimismo, los embarazos precoces tienen un impacto social y económico importante: las madres adolescentes se ven obligadas a abandonar sus estudios para cuidar de su bebé mientras conviven con su abusador, con muy pocas aptitudes y oportunidades para encontrar un trabajo y salir adelante.
¿Qué hacemos en Plan International para prevenir el embarazo adolescente?
Creemos que las niñas deben vivir su niñez y no se deben convertir en madres desde edad temprana, es por eso que trabajamos en una serie de proyectos para ayudar a combatir las cifras de embarazos precoces y apoyar a aquellas niñas y adolescentes que han sido víctimas de la violencia.
Sabemos que la educación es importante, es por eso que nos involucramos directamente con las comunidades para enseñarles todo lo necesario sobre salud sexual y reproductiva con un enfoque de género. Es importante que los niños, niñas y adolescentes sepan identificar el abuso y entiendan que nadie más que ellos puede decidir sobre su cuerpo.
Estas son algunas de nuestras acciones para combatir el embarazo adolescente y sus consecuencias:
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Estudio sobre el impacto socioeconómico del embarazo adolescentes.
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Acciones articuladas al Plan de Trabajo con el MINSA.
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Elaboración de flyers sobre salud integral de adolescentes dirigido a operadores de salud y rotafolio de salud integral de adolescentes.
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Campaña de difusión radial nacional y regional sobre la salud integral de adolescentes.
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Diagramación de Directivas Sanitarias y cartillas informativas sobre kit de emergencia.
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Protocolo de aborto terapéuitico, trabajo en conjunto con el CEM y los establecimientos de salud.
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Sensibilización a autoridades y funcionarios públicos a nivel nacional para la prevención del embarazo adolescente desde un enfoque de género.
Esto es lo que hemos hecho en Piura
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Programa de Educadores Pares adaptado a la modalidad virtual. Un total de 246 adolescentes (154 mujeres y 92 hombres) se han capacitado para reconocer los riesgos en línea, identificando la violencia en el enamoramiento y conociendo sus derechos sexuales y reproductivos para la prevención del embarazo adolescente.
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Más de 150 adolescentes han participado en el programa de Masculinidades Positivas, donde reconocen alternativas diferentes a la violencia para resolver un conflicto.
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230 familias han participado en diálogos intergenéricos e intergeneracionales a través de los talleres virtuales Dialogando con mi súper familia.
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Producción de una miniserie de 5 capítulos: La vida continúa, que contribuye a la continuidad de las niñas en la escuela, la detección temprana de la violencia y la prevención del embarazo adolescente.
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77 profesionales de la salud, entre obstetras, psicólogos, médicos y enfermeros, han mejorado sus conocimientos para la consejería diferenciada a las y los adolescentes. También están haciendo uso de las redes sociales para la promoción de los servicios de salud.
¿Qué resultados hemos alcanzado y cuál ha sido el impacto en las comunidades?
Además de las cifras que ya hemos mencionado, las Direcciones Regionales de Salud y Educación en Loreto y Piura ahora cuentan con personal de salud capacitado para brindar atención especializada a adolescentes en temas de salud sexual y reproductiva. También hemos logrado que niñas y adolescentes sean agentes de cambio, capaces de identificar la violencia y promover la igualdad dentro de sus comunidades.
En Piura, contamos con 12 servicios diferenciados implementados para brindar atención a las y los adolescentes en contexto de Covid-19. De igual forma, el acompañamiento técnico para la generación de estrategias que permitan promocionar el espacio y adecuarlo al contexto de pandemia.
En Plan International sabemos que el cambio debe ser sostenible y llegar a todos los niveles: desde el hogar, pasando por las comunidades y los gobiernos. ¡Todas las niñas quieren tener derecho a la educación, ser libres, crecer en entornos seguros y sin violencia ni embarazo adolescente. ¡Únete a nuestra campaña #CreemosEnLasNiñas y forma parte del cambio!
Referencias:
- Organización Mundial de la Salud. “El embarazo en la adolescencia”. Recuperado de: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/adolescent-pregnancy
