Existen 6 millones de uniones tempranas en América Latina

2 dic, 2022 - 9 min


Existen diversos tipos de violencia, pero la que menos se toca está relacionada con los matrimonios infantiles y las uniones tempranas forzadas que a la vez encubren situaciones de violencia sexual, embarazos adolescentes y embarazos infantiles forzados. El estudio “Las adolescentes peruanas en matrimonio o unión, tradiciones, desafíos y recomendaciones” realizado por Plan International y UNFPA en el 2019 nos indica que el 28% de las mujeres unidas de entre 15 y 49 años iniciaron la convivencia siendo menores de 18 años en el Perú. Esta proporción varía según las regiones: es menor en Lima (20%) y Cusco (28%), mayor en Piura (32%), y aún más en Loreto (50%).  

De los más de 60 millones de uniones tempranas que actualmente se calculan a nivel mundial, aproximadamente seis millones ocurren en América Latina. El 36% de las mujeres de 20 a 24 años de edad de todo el mundo se casaron o vivían en pareja antes de cumplir los 18 años. 

Estos resultados reflejan el trabajo que tenemos por hacer. El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y el Comité de los Derechos del Niño (CDN) definen la unión o matrimonio de menores de edad como aquella en que al menos una de las personas de la pareja es menor de 18 años. Este tipo de unión incluye tanto la convivencia como el matrimonio, entendidos como cualquier tipo de rito y/o celebración, civil o religioso, forzado o no, que legitime a una pareja, aun cuando éste se celebre entre una mujer menor de edad y un hombre adulto, o entre dos menores de edad. 

Es considerada una forma forzada de unión, porque no se cuenta con el consentimiento pleno, libre e informado de una de las partes. Se define como “forzado” para resaltar las desigualdades estructurales de género que propician esta realidad para las niñas y adolescentes no solo del Perú sino en todo el mundo La unión de menores de 18 años constituye una violación de derechos humanos y de la Convención de los Derechos del Niño. 

La legislación de la mayoría de los países contempla los 18 años como la edad mínima para autorizar los matrimonios. La realidad es que más de 60 millones de mujeres entre 20 y 24 años se casaron antes de llegar a esa edad, siendo las tasas más altas en África Occidental, norte de África, sur de Asia, Oriente Medio y América Latina y el Caribe. 

Primero, sobre las causas: resaltar que es una problemática compleja que no tiene un único origen, sino que existen distintas causas estructurales que incentivan que sigan sucediendo. 

El primer factor que explica los matrimonios y uniones infantiles tempranos y forzados es la pobreza, especialmente en las zonas rurales. El embarazo también está asociado al matrimonio temprano (presión de las familias y/o el entorno para que una niña se case si está embarazada) y lo más grave, esta situación encubre en la mayoría de casos también violencia sexual. En algunas regiones, los padres buscan alianzas que mejoren su posición económica o social. En muchos casos, la unión o matrimonio puede ser visto por las niñas como un mecanismo de escape a problemas en la familia como la presencia de violencia.  

Pero detrás de todas estas situaciones, el condicionante central es la desigualdad de género y las normas sociales discriminatorias sobre los roles de género en la familia. 

En las uniones de mujeres menores de edad (en la mayoría de los casos, con hombres adultos), los efectos más graves son los siguientes:  

  • Perpetuación de la pobreza: existe una relación estrecha entre pobreza y unión temprana. 7 de cada 10 mujeres que se unieron siendo menores de edad son pobres o muy pobres.  
  • Educación: cuando una menor de edad se une o se casa, la trayectoria educativa termina, lo cual detiene la adquisición de conocimientos y habilidades para su vida. Mientras más temprana es la unión de las mujeres, menos años de estudio completan. Las niñas y adolescentes unidas entre los 10 y 15 años, por lo general, solo culminan la primaria.  
  • Salud: las niñas unidas sufren más enfermedades de transmisión sexual, embarazos y los riesgos que conlleva un embarazo temprano (recordemos que el riesgo de mortalidad materna es cuatro veces más grande entre adolescentes de 16 años que entre adultas). El 86% de las niñas y adolescentes que se unieron en los 10 y 15 años eran menores de edad cuando tuvieron su primer hijo o hija. En zonas rurales, este porcentaje se incrementa al 90%. De estas, el 71% abandonaron la escuela para poder atender a su hijo o hija (o sus hijos o hijas). El 62% de ellas tuvieron 3 o más hijos o hijas.   
  • Mayor violencia de género: cuando más temprano se unen las niñas, tienen mayores probabilidades de sufrir todos tipos de violencia (emocional, física, sexual, e incluso violencia durante el embarazo).  
  • Menor autonomía económica: 3 de 4 mujeres unidas tempranamente se dedican al trabajo doméstico no remunerado.  
  • Y finalmente, unas consecuencias sociales: estas uniones tempranas limitan la autonomía de las adolescentes, el conocimiento, los recursos, el poder de decisión sobre su vida y su cuerpo. Quedan sometidas al control del hombre (muchas veces mayor), en un estado de desigualdad en todos los ámbitos, que vulnera todos sus derechos. 

En este sentido, Ada Mejía, Gerenta de Programas e Influencia de Plan International Perú, indica que es recomendable seguir trabajando para cerrar las brechas de género. Trabajar en todos los niveles (Estado central, regional, locales); docentes; funcionarios y funcionarias de salud; familias/padres/madres/niñas, niños y adolescentes varones; implementar ESI en todo el país; y fortalecer los marcos legales e institucionales. Al respecto, urge en el país que se cambie la norma que permite el matrimonio a partir de los 14 años ( Decreto Legislativo 1384 del 2018 que modificó el artículo 42 del Código Civil relativo a la capacidad de ejercicio plena, abriendo así la posibilidad del matrimonio y la paternidad a partir de los 14 años colocando en situación de vulnerabilidad a miles de adolescentes que podrían truncar su proyecto de vida y perder la protección que requieren (El artículo 241 del Código Civil contemplaba que, de manera excepcional, las y los adolescentes puedan casarse a partir de los 16 años con el consentimiento de, por lo menos, uno de sus padres). 

Dato importante:  

El actual proyecto de ley No. 3194/2022-CR de la Congresista Flor Pablo apunta por eliminar el matrimonio de menores de edad. Al respecto, la Congresista Flor Pablo y otras congresistas han organizado hace pocos días un evento al respecto donde han invitado lideresas representantes de varias regiones del Perú, de comunidades indígenas, amazónicas, y de la Sierra. Todas se han pronunciado en contra de los matrimonios y uniones tempranas, que no son aceptables y no pueden ser toleradas con el pretexto de “respetar las costumbres”.