70% de venezolanas refugiadas y migrantes consideran que sus compatriotas experimentan algún tipo de violencia

13 may, 2022 - 5 min


  • La ONG Plan International, a través del proyecto Integración desarrollado con sus socios Copeme y Terranueva, realizó el lanzamiento del “Estudio sobre estado de la violencia de género hacia mujeres refugiadas y migrantes en Perú y Ecuador”. 
  • La investigación revela que un alarmante 89% de las encuestadas en Perú y, un 72% en Ecuador, afirma que sus compatriotas han experimentado algún tipo de violencia basada en género en estos territorios. 

5 de mayo del 2022. La migración de ciudadanas y ciudadanos venezolanos representa uno de los mayores éxodos que vive la región. Según el reporte de la Agencia de la ONU para Refugiados, son 6 millones de personas de Venezuela que han abandona el país, grupo que de donde resultan especialmente vulnerables las mujeres refugiadas y migrantes. 

De acuerdo con las cifras del estudio publicado por Plan International, en Perú, ellas están expuesta a diversas formas de violencia basada en género, de entre las que resaltan la violencia psicológica (64%), acoso callejero (52%) y en la esfera laboral (41%), y violencia física intrafamiliar (40%). 

 

“Aquí a las mujeres las crían para dejarse maltratar”, revela un testimonio anónimo recogido desde una mujer venezolana en Perú. En este país, las participantes del estudio señalaron la prevalencia de una cultura machista y de abuso a las mujeres, las cuales muestra un alto grado de tolerancia frente a la violencia basada en género, ante esta situación, ellas agregan que "han aprendido a quedarse calladas".  

Esta situación se ve acentuada por la desconfianza en las instituciones públicas, que el 44% de las encuestadas señalan como el principal motivo por el que no denuncian estas situaciones.  

Incluso, según la investigación realizada por Plan International, los testimonios y encuestas advierten que algunas de las mujeres refugiadas y migrantes que acudieron a diversos servicios por situaciones de violencia basada en género sufrieron cuestionamientos sobre sus denuncias o se les recomendó no seguir con el proceso por posibles represalias del agresor, recibiendo respuestas como “¿Segura que quieres denunciar? Solo va a estar un par de días en la cárcel y sale”. 

Por su lado, la situación en Ecuador guarda mucha similitud, resaltando que el 71% de las encuestadas consideró que los casos de violencia no suelen ser denunciados por miedo a la expulsión del país (32%) y la desconfianza en las instituciones públicas (27%). 

Esta situación es confirmada por las entrevistas a funcionarios que desarrollo el estudio, en las que se evidenció lo común que es que la atención de los servicios estatales tenga una alta carga de discriminación y xenofobia, punto que agravado por la saturación de estos canales que, por lo mismo, tienden a desincentivar el proceso de denuncia. 

Se necesitan cambios urgentes 

Según la ONG, se necesitan priorizar la mejora de los ambientes o espacios para la atención de denuncias, así como la preparación de las y los operadores para generar confianza, confidencialidad y seguridad por parte de la víctima hacia el Estado. 

En esta línea resulta importante generar campañas informativas que promuevan la transformación de las condiciones que permiten y normalizan situaciones de violencia basada en género como el acoso callejero o en el ámbito laboral. 

Además, resultará importante considerar acciones para lograr la independencia y empoderamiento económico de mujeres venezolanas refugiadas y migrantes.