“Se dice que desde que menstruamos, ya tenemos edad para estar con personas adultas”,
Fernanda, 12 años.
Fernanda vive en Rumococha, distrito ubicado en el departamento con la segunda tasa más alta de embarazo adolescente en el Perú: Loreto. A pesar de las carencias de necesidades básicas que aún aquejan esta zona, Fernanda, fiel a su optimismo, se empeña en resaltar lo bueno: un lugar lleno de color y vida, con ríos que en el verano se convierten en playas, y panoramas repletos de naturaleza que animan a cualquiera.
A sus doce años, ella vive un día a día propio de su niñez, en el que el juego, el estudio y las tareas del hogar conforman su rutina. Sin embargo, es plenamente consciente de que no todas las niñas de su región comparten la misma realidad.
Costumbres que duelen: Comunidades nativas de Loreto
La hermana de Fernanda es enfermera. En ocasiones, la acompaña en sus visitas a comunidades indígenas para ofrecer servicios de salud: “Allá es totalmente normal ver niñas de 12 años embarazadas. Niñas viviendo con adultos.”, nos cuenta, resaltando lo impactante que es ver a una niña de su edad dejando de ser niña para convertirse en madre.
Aunque el embarazo adolescente y las uniones forzadas son una realidad propia de toda la región Loreto, en algunas comunidades nativas están mucho más normalizadas e, incluso, están bien vistas. Se acostumbra que, a partir de la primera menstruación, la niña está lista para ser elegida por un hombre adulto y embarazarse.
Esta práctica suele ser aprobada por los padres y la comunidad en general. Sin embargo, son las niñas quienes ingresan a un ciclo de violencia, en el que sus sueños están perdidos, y su valor se reduce a la función de concebir.
¿Cómo cambiar algo que se ha normalizado?: El Plan de Fernanda
“En donde yo vivo, las niñas y adolescentes salen embarazadas mayoritariamente por casos de abuso o porque no están bien capacitadas”.
Para atacar esta problemática, Fernanda forma parte de las 6915 niñas y adolescentes participantes del programa “Decidir sin Violencia”, en donde ejerce su liderazgo y aprende herramientas para prevenir la violencia, las uniones forzadas y el embarazo temprano en su región.
Ella confía en el sector salud para enfrentar esta problemática: “Pedimos que implementen postas, que capaciten más a las obstetras en charlas, que se dé medicina y nos enseñen cómo usarlas. Que sepan que uno de nuestros derechos es seguir siendo niñas y no embarazarnos a nuestra corta edad”. Por ello, como parte del programa, se involucra en actividades con autoridades y centros de servicios diferenciados para establecer las necesidades de la niñez y adolescencia como prioridad.
Fernanda sueña con ser médico cirujana, dedicar su vida al sector salud y, en el camino, apoyar a más niñas a cumplir sus sueños:
“A las niñas les diría que estudien, que quieran ser profesionales. Que tengan en sus mentes el creer en ellas mismas”.
Conoce más de Fernanda en este video:
Elaborado por: Flavia Franco Rivera
Contacto: flavia.franco@plan-international.org
Para más información, visite nuestras redes sociales.